Una de las vendimias más retrasadas de los últimos años empieza ya a tomar cuerpo, en la medida que las bodegas de elaboración se van paulatinamente incorporando a la actividad. Hasta el día de hoy eran ya diez los lagares que habían iniciado las labores de molturación, habiéndose procesado hasta ayer jueves casi diez millones de kilos de uva. Con la única excepción de un lagar de Rota, la totalidad de las instalaciones de elaboración activas hasta ahora pertenecen a los términos municipales de Jerez y Trebujena y la uva procede de pagos del interior.
A partir del lunes próximo, en cambio, estarán ya activos algunos lagares de localidades costeras, de modo que puede decirse que será ya iniciado el mes de septiembre cuando se producirá la generalización de las actividades de vendimia en la Denominación de Origen.
La uva que está entrando en los lagares presenta un elevado nivel de sanidad y una gran calidad, con un grado medio que supera los 11,3º Baumé, claramente por encima del mínimo reglamentario de 10.5º.
Hay que recordar que la presente vendimia está siendo marcada por unas condiciones meteorológicas bastante inusuales a lo largo de todo el año agrícola, con una pluviosidad especialmente alta en primavera y un mes de julio particularmente suave, prácticamente sin episodios de levante, lo que ha provocado una maduración relativamente lenta de la uva.