La Diputación de Cádiz ha celebrado el acto solemne del Día de la Provincia 2021, desarrollado en el Salón Regio del Palacio Provincial y que, pese al aforo limitado y a las medidas preventivas que marca la pandemia, ha querido seguir rindiendo homenaje a todas las personas y entidades que a través de su ejemplo inspiran los valores necesarios para hacer frente a la crisis ocasionada por el COVID-19. Así lo ha señalado la presidenta, Irene García, que ha hecho balance de los graves efectos que ha tenido un año de coronavirus en la provincia. Una situación que ya obligó a aplazar el acto del pasado año y que ha marcado el sentido de las distinciones de este año. “Este Salón Regio se convierte en un insólito balcón desde el que aplaudir al atardecer a algunas de nuestras mejores referencias sobre cómo sobreponerse y reinterpretarse para continuar construyendo esta provincia”, ha explicado Irene García en su discurso.
Un homenaje que se ha escenificado al inicio del acto, con un minuto de silencio en recuerdo de los cerca de 1.400 gaditanos y gaditanas fallecidos por COVID-19 en este período. Entre las defunciones, y muy reciente, la de Purificación Casas, esposa de Manuel Álvarez-Beigbeder Pérez, Manuel Alejandro, motivo por el que se ha postergado la entrega de la distinción que la ha sido concedida como Hijo Predilecto de este año. Sí que han podido asistir y recoger cinco Medallas de la Provincia por su trayectoria la empresa Bodegas Barbadillo, Josefa Díaz Delgado, Laura Domínguez Ortega, la Asociación Victoria Kent y Miriam Reyes Oliva.
Pese a su justificada ausencia, el acto ha tenido un momento de recuerdo y homenaje al nuevo Hijo Predilecto, Manuel Alejandro, con la interpretación por parte de Paula Bilá de su canción “lo siento mi amor”, que inmortalizó la inolvidable voz de la también hija predilecta de la provincia, Rocío Jurado.
La presidenta ha alabado el ejemplo que suponen las personas y entidades distinguidas y los valores que representan como referencias para el resto de la sociedad gaditana: “Vivimos un tiempo de cierta esperanza que confío que se convierta en un tiempo de esperanza cierta. A ello han contribuido sin duda las personas y entidades que merecen los reconocimientos que hoy se entregan. El camino ha sido largo, difícil y pedregoso. Nos ha obligado a ímprobos esfuerzos en el plano personal, a sacrificios profesionales”, ha expresado la presidenta de Diputación.
No obstante, Irene García ha querido subrayar la gravedad de la situación, máxime cuando ya la provincia partía en desventaja antes de la pandemia: “Si antes era una urgencia, ahora es una emergencia. No podemos perder más tiempo. Y así lo han manifestado hace apenas unos días todos y cada uno de los representantes del poder municipal, de las corporaciones locales de esta provincia, que por primera vez han alzado una voz única, alta y clara, en su legítima reivindicación como parte fundamental de la organización del Estado”.
La presidenta de la Diputación ha explicado que el homenaje a las entidades distinguidas es una manera simbólica de reconocer “a todos aquellos que, en los peores momentos, fueron nuestros improvisados héroes y heroínas a bordo de sus camiones, en sus cajas de supermercado, tras los mostradores de sus comercios, desde sus barras de bar, en las asociaciones que dieron soporte a quienes más lo necesitaban en los peores momentos”, y ha enumerado colectivos que han tenido que redoblar sus esfuerzos para desempeñar su labor esencial en estas circunstancias como sanitarios, profesores, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o trabajadores del sector público.
El agradecimiento por parte de las personas y entidades distinguidas ha corrido a cargo de Manuel Barbadillo Eyzaguirre, de Bodegas Barbadillo, que ha ejercido como portavoz. La presidenta de la Diputación ha dedicado unas palabras a cada una de ellas. De Josefa Díaz Delgado ha destacado su ejemplo como por su capacidad de recomponerse de un sector auténticamente estratégico, como es el turístico, uno de los más afectados. También ha valorado la juventud emprendedora de Laura Domínguez Ortega, dentro de una industria con tanta importancia en la Sierra de Cádiz como es la de la piel y ha elogiado el trabajo por construir una sociedad más diversa e integradora de Miriam Reyes Oliva “en pos de favorecer la educación inclusiva, esencialmente en favor de niños y niñas afectados de autismo”.
También ha señalado virtudes de las dos asociaciones premiadas: Bodegas Barbadillo, de quien ha dicho que “encarna una parte de lo mejor de todos nosotros, apoyado sobre un patrimonio propio y universal capaz de sobrevivir a los peores embates durante dos siglos; si hay ejemplos de resistencia en estos momentos convulsos”; y la Asociación Victoria Kent, por su empeño en cerrar brechas de desigualdad con los colectivos más vulnerables de la provincia.
“Hoy, nuestra provincia ha visto acentuadas algunas de sus grandes amenazas. Continúa semioculta por nuestras sombras de siempre. Pero también dispone de auténticas gaditanas y gaditanos que le dan luz. Y que iluminan su futuro. Y muchos de ellos están aquí”, ha concluido Irene García.