La normativa vigente obliga a los ayuntamientos a inventariar los caminos públicos que son de su titularidad, una tarea laboriosa para la que los municipios de la provincia con menos recursos están contando con el respaldo de la Diputación de Cádiz. En el último año, la institución provincial ha resuelto la elaboración de los inventarios de caminos municipales de Algar, Los Barrios, Rota y Benaocaz y está redactando el catálogo que determinará los caminos de titularidad del Ayuntamiento de Ubrique.
Esta iniciativa ha permitido identificar 137 caminos de titularidad municipal, que suman un total de 328,486 kilómetros de recorrido en vías de uso público. La Diputación ofrece esta asistencia a solicitud de los ayuntamientos, a través del Área de Transición Ecológica y Desarrollo a la Ciudadanía, mediante la contratación del servicio para la elaboración de los diferentes inventarios. La redacción de los documentos entregados ya a Benaocaz, Algar, Rota y Los Barrios ha supuesto una inversión de 64.156,27 euros, a los que habrá que sumar los 12.826 euros que se destinarán a financiar la elaboración del inventario de Ubrique, en plena ejecución.
Por el momento, la localidad en la que se han identificado más kilómetros de caminos municipales es en Los Barrios, con 167,38 kilómetros que se corresponden con 42 caminos. Le siguen Rota, donde se han identificado 58 caminos municipales que suman 88,25 kilómetros y Benaocaz, pueblo en el que se han descrito los 63,056 kilómetros de los 25 caminos catalogados como de propiedad municipal. La Diputación hizo entrega a estos ayuntamientos de sus correspondientes inventarios en este año en curso. El Ayuntamiento de Algar recibió el suyo en 2023. En esta localidad serrana se han localizado 12 caminos públicos municipales, con una longitud de 9,6 kilómetros.
Para la elaboración de cada inventario es necesario, en primer lugar, realizar una investigación sobre las fuentes orales, documentales, cartográficas e históricas acerca del conjunto de caminos que discurren por los diferentes municipios. Así se determinan sus características, usos y carácter inmemorial, ya que en muchas ocasiones son bienes que no están registrados. Esta tarea se completa con trabajo de campo, mediante el que se determina el estado de los diferentes caminos y se digitalizan los trazados.
El resultado es un inventario que recoge información sobre la totalidad de los caminos públicos municipales identificados en cada localidad. La estructura es la misma en todos los casos: una memoria del documento y fichas descriptivas de cada uno de los caminos que conforman el catálogo, con información del trazado, documentación que acredita la titularidad, descripción del recorrido, puntos de interés paisajístico, natural o etnográfico, parajes que atraviesa, descripción del entorno y representación cartográfica, entre otros contenidos de utilidad.
Una vez recibidos los inventarios, los ayuntamientos pueden proceder a la inscripción de esos bienes en el registro de la propiedad y desarrollar el resto de las competencias que tienen sobre ellos.