Desde la Federación Coordinadora de la Zona Sur “Existe”, queremos compartir nuestro análisis sobre el nuevo proyecto de movilidad previsto por el Ayuntamiento, que va a suponer un coste de 1,5 millones de euros.
Este proyecto recupera la filosofía del extinto Plan Urban para la Zona Sur. El mismo en el que se dejaron de invertir 4,3 millones de euros, entre los cuales se encontraba el proyecto de urbanización ahora previsto y cuya financiación se devolvió a Europa por la incompetencia del Ayuntamiento. Tuvo más de 8 años para construir estos viales y no se hicieron. En cualquier caso, el nuevo Ayuntamiento recupera esa vieja manera de hacer las cosas, donde el ladrillo vende más, mejor y más rápido que las inversiones en programas y proyectos públicos para las personas.
En primer lugar tenemos que recordar que el montante económico por el que sale la licitación de estas obras, es exactamente el mismo por el que estaban presupuestados en el Plan Urban. El primer tramo corresponde a una intervención entre las Barriadas Agrimensor y Ronda Muleros, presupuestada en 625.660,68 € (más IVA). El segundo tramo corresponde a una intervención entre Federico Mayo, San Telmo y Estancia Barrera, presupuestada en 877.006,60 € (más IVA). En segundo lugar, recordar que el Plan Urban también dejó sin ejecutar la construcción del Centro Integral para la Infancia y Familia, presupuestado en 1.121.164,24 € (más IVA), es decir, 1.356.608,73 € en total. Por tanto, un proyecto de menor importe económico (150.000 € menos), que sin embargo no se ejecuta, pese a su importancia y trascendencia.
Cabía preguntarse que interés suscita en el Ayuntamiento la ejecución de carreteras y viales, frente a la dotación de recursos específicos que ayuden a menores y familias en la atención a sus necesidades con carácter integral. Que política social rige el gasto de un millón y medio de euros con la excusa de la movilidad y permeabilidad del tráfico rodado, frente a la atención y dotación de recursos para otras necesidades más básicas y prioritarias.
A todo esto, nos parece infantil justificar estas obras atendiendo a principios de movilidad, sobre todo porque las estrategias de movilidad social y permeabilidad entre barrios no trasciende porque se favorezcan carreteras y acerados, sino por la puesta en marcha de estrategias sociales, económicas y culturales que permitan compartir entre barrios y entre zonas de Jerez. Que tres tramos de carreteras atraviesen la cornisa de la Zona Sur, no ayudará a cambiar la realidad social de las personas y las familias. No ayudará a dinamizar la permeabilidad social que promueva que otros ciudadan@s se acerquen a nuestros barrios y viceversa.
Nos parece una tomadura de pelo, que tras entregar a principios de legislatura un extenso dosier en el que reflexionábamos sobre estas y otras cuestiones, aportábamos propuestas de intervención sobre el territorio y apostábamos por un cambio de acción social desde lo humano; nos encontremos una vez más con intervenciones unilaterales que resucitan un Plan Urban que planeaba carreteras, funiculares y escaleras mecánicas.