Agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, en una operación conjunta denominada “Festejo”, y con la colaboración de la Policía Local de San Fernando y la Policía Local de Medina Sidonia, han desarticulado una organización criminal presuntamente dedicada a la introducción de importantes cantidades de hachís por la costa gaditana. La organización utilizaba una empresa náutica de Puerto Real (Cádiz) donde se fabricaban las embarcaciones que luego se trasladaban a Marruecos a cargar la droga. Como consecuencia de esta operación han sido detenidas 17 personas y se han cursado 3 órdenes de arresto internacionales. Además, se ha incautado 2.860 kilogramos de hachís, e intervenido cinco embarcaciones, catorce vehículos, trece motores fuera borda, 60.000€ en efectivo y ocho armas de fuego, entre ellas una pistola calibre 9mm parabellum municionada y lista para ser utilizada.
La operación se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una organización delictiva con un buen nivel organizativo, dedicada a la introducción de hachís por la costa gaditana, que utilizaría como lugares de introducción, la desembocadura del río Guadalquivir.
Fabricación expresa para el traslado de droga
Las primeras investigaciones desvelaron que esta organización podría realizar las actividades ilícitas en las instalaciones de una náutica, ubicada en el término municipal de Puerto Real. En concreto utilizaría esta empresa para la botadura de embarcaciones semirrígidas provistas con motores de gran cilindrada. Estas embarcaciones serían fabricadas expresamente para el traslado de la droga desde las costas marroquíes hasta el territorio nacional. Posteriormente, la droga la trasportaban en vehículos hasta la ciudad de Sevilla, donde se suministraba en partidas más pequeñas a otras organizaciones.
Fruto de estas investigaciones, los agentes centraron las pesquisas sobre una familia afincada en Algeciras, la cual contaba con el apoyo de otros clanes ubicados en el Campo de Gibraltar, Sevilla y Sanlúcar de Barrameda. A raíz de interceptar varios envíos de hachís que la organización había preparado, se puso de manifiesto que el grupo delincuencial tenía un gran poder económico y logístico, los investigadores llegaron a esta conclusión ya que no recogieron una embarcación valorada en más de 120.000€ y tampoco le dieron relevancia al robo de 500.000€ por parte de uno de los subordinados.
Una vez centrados todos los objetivos, se procedió a la detención de 17 de sus miembros y se llevaron a cabo 18 registros simultáneos en Cádiz, Sevilla y Huelva.
La investigación ha originado un importante intercambio de información con las autoridades de Marruecos, a fin de localizar y detener en ese país a los tres fugados.