Izquierda Unida Jerez considera que, lejos de recuperar a la plantilla, la política de recursos humanos del gobierno local del PSOE no ha hecho más que reavivar la llama de la desmotivación y la desconfianza. Prueba de ello son los numerosos empleados públicos que se encuentran, a día de hoy, absolutamente desaprovechados después de haber sido señalados por simpatizar con otros grupos políticos. A ello hay que sumar que el acceso a puestos de relevancia en la estructura municipal, desde el principio del mandato, se está produciendo a través de comisiones de servicio y asignación temporal de funciones, en lugar de por concurso de méritos, lo que supone en la práctica normalizar el uso de un procedimiento que debe entenderse como excepcional y perpetuar una política de personal que prima la subjetividad y la discrecionalidad, lo que genera recelos en la plantilla, que se siente presa de una política de premios y castigos, haciendo que pierda sentido cualquier intento personal de avanzar en el desarrollo profesional de los empleados, algo fundamental para la modernización de nuestro sector público. Ello está teniendo su efecto en una progresiva desmotivación y descualificación del cuadro técnico y es, en gran medida, responsabilidad directa de la gestión del Gobierno Local, en general, y de la Alcaldesa, en particular, quien ha abdicado de sus funciones como responsable última de personal del Ayuntamiento, delegando en un cuadro de mando más preocupado de la administración que de la óptima prestación de los servicios.
La acumulación de puestos directivos en un mismo trabajador, recompensado vía gratificaciones, mientras existe personal directivo desaprovechado por los despachos municipales, el paulatino desmantelamiento de servicios municipales, entre ellos el jurídico, mientras se contratan informes externos para cubrir la prestación de los mismos, el cobro de horas extra por parte del personal directivo, que ya dispone de un complemento de destino elevado que incluye su mayor disponibilidad en los picos de trabajo, la evidencia de que estos picos se producen porque no existe una óptima organización y distribución de las responsabilidades, la adscripción y/o la destitución de trabajadores en puestos de responsabilidad en base a simpatías o desconfianzas políticas o el desaprovechamiento del personal, actualmente marginado por razones de difícil justificación en una organización moderna, son sólo algunos de los preocupantes síntomas derivados de la actual gestión de los recursos humanos. Del mismo modo, IU entiende que “la RPT vigente es incompatible con una organización moderna del sector público orientada a la prestación de servicios a la ciudadanía. Resulta excesivamente jerarquizada con puestos directivos injustificados y poco personal realmente dedicado al servicio”. Además, a juicio de Domingo Pedro, Coordinador de Izquierda Unida en Jerez, “evidencia una enorme disparidad que genera agravios y luchas corporativas por los puestos mejor remunerados. Prueba de ello es el listado de gratificaciones a determinados cuadros, pues evidencia que hay directivos con gratificaciones superiores al sueldo base de una gran mayoría de empleados, lo que supone un agravio que genera frustración, desmotivación y desánimo en la inmensa mayoría de los trabajadores, sobre cuyas espaldas recae el trabajo directo con los ciudadanos. Tampoco existe política de calidad, ni de valoración de los servicios, lo que redunda, finalmente en un sentimiento de abandono que lleva inexorablemente a una merma y devaluación de los mismos”.
Por todo ello, con objeto de evaluar la política de personal, completar una radiografía lo más nítida posible de estas y otras anomalías que pudieran detectarse y tratar de encontrarle solución a las actuales deficiencias en materia de personal, IU propondrá impulsar la creación de una comisión de trabajo que, con la participación de la representación de los trabajadores, elabore un diagnóstico certero y ponga sobre la mesa el tratamiento necesario para atajar los preocupantes síntomas que hace ya bastante tiempo que se vienen detectando y permita al ayuntamiento reorganizar su plantilla, motivarla y adaptarla a las necesidades reales así como avanzar hacia la necesaria modernización de su estructura en aras de una óptima prestación de los servicios.